Menorca
en barco
“...suelta las cuerdas de tus velas, navega lejos del puerto seguro. Atrapa vientos favorables. Explora, sueña, descubre.”
Mark Twain
esquema de la. ruta
DÍA 1:
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Recogida del barco en el puerto de Mahón.
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Cala Es Grau.
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Pueblo de Es Grau y Parque Natural de s’Albufera des Grau.
DÍA 2:
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Cala Pudent.
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Fornells.
DÍA 3:
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Cala Pregonda.
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Cala Algaiarens.
DÍA 4:
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Ciudadela
DÍA 5:
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Cala Turqueta
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Cala Macarelleta
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Cala Macarella
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Cala Trebaguler
DÍA 6:
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Cala Mitjana
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Cala Escorxada.
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Cova D’En Xoroi
DÍA 7:
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Cala Biniparratx
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Binibeca Beach
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Binivequer Bell
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Noche en puerto de Mahón
DÍA 8:
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Mahón.
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Fornells
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Es Mercadel
DÍA 9:
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Fornells y vuelta a Madrid.
COMENZAMOS EL VIAJE
Este viaje lo realizamos la última semana de agosto de 2019. Cogimos el vuelo con Ryanair por 89€ persona. Nos salió tan bien porque lo cogimos en el Black Friday, en noviembre de 2018, y ya sabéis que si seguís nuestros Tips de viajes es fácil encontrar chollo.
DÍA 1
Nuestro vuelo llegó el 27 de agosto. Se tarda una hora y cinco en llegar a Menorca desde Madrid. Nosotros llegamos temprano, ya que el barco nos lo daban a las 11:00am. Así, os aconsejamos cojáis un vuelo cuyo horario sea de llegar al menos una hora y media antes de que os den el barco, para contar con tiempo suficiente y no tener estrés, y en consecuencia llegar con calma al punto de recogida del barco.
Nosotros desayunamos en el aeropuerto y cogimos un taxi (nos costó 5€ persona) hasta Veleros Menorca, que fue la empresa con la que cogimos el barco, y que os recomendamos claramente. El trato espectacular. Antonio, el dueño, un encanto, y los barcos los entregan súper bien cuidados y limpios. Estamos muy felices de haber participado en su sorteo del Facebook (consistía en subir una foto y la que más likes tuviera ganaba, aunque hubo gente que hizo trampas y al final nos adjudicaron un número con el sorteo de la once. Sorteo en el que salió nuestro número) y haber ganado un viaje para este año 2020 en el mejor catamarán que tienen. Por tanto este año volveremos a recorrer Menorca en barco. Todo lo nuevo que veamos y sea de interés lo añadiremos al blog.
Os dejamos la web de Veleros Menorca, con la información para hacer las reservas.
Nosotros cogimos el barco Oceanis 40. Un barco para seis personas, de tres habitaciones con cama de matrimonio, dos baños y cocina en la parte de abajo. Lo cogimos desde el sábado 24 de agosto hasta el sábado 31 de agosto. Las reservas son de sábado a sábado. Nos costó 2.992,50€, precio que dividimos entre cinco, ya que fuimos nosotros dos con otros tres amigos. Así, nos salió la semana por 598,5€. Deciros que nos costó esto porque lo cogimos en enero, mes en el que hay un 5%de descuento al hacer la reserva. Así que, si estáis pensando en coger un barco os recomendamos lo hagáis antes del 31 de enero para tener este descuento.
Señalar que aparte nos hicieron otro 5% de descuento adicional por hacerlo a nombre de un amigo de Pablo, que es cliente. Si no, el precio al hacerlo en enero, y sin el descuento adicional de cliente, es de 3.150.OO€. Eso sí, para tener este precio alguien de los que vayáis debe ser patrón, pues si el viaje lo hacéis pagando un patrón, entonces ya el precio se incrementa más. Nosotros por suerte Pablo y otro de sus amigos son patrones.
Os dejamos aquí el enlace con lo que cuesta el patrón, y los extras que queráis coger (sábanas, kayak, paddel surf…):
Nosotros cogimos solo las sábanas, que son 15€ persona, las toallas que son 5€ persona, y la lancha auxiliar con fueraborda (100€ semana o sea 20€ cada uno). La paddel surf lo que hicimos fue llevárnosla desde Madrid, facturándola como equipaje.
Lo suyo es que viajéis seis y así os sale aún más barato. Como veis, si comparáis lo que cuesta un alojamiento en Menorca y un coche, y como sale recorrerla en barco, desde luego que sale estupendo coger el barco, y más con todas las ventajas extras que tiene, en comparación con recorrerla en coche. Así que si estáis pensando en una u otra opción, claramente os recomendamos el barco.
Como complementos extras, aparte hay que pagar una limpieza final obligatoria de 140€, a dividir entre los que seáis. En nuestro caso, al ser cinco, nos salió a 28€ persona. También hay una fianza de 2.000€, que obviamente aunque es mucho dinero (pusimos 400€ de fianza cada uno), después te lo devuelven.
Una vez llegamos a Veleros Menorca, pagamos la fianza y la limpieza (se paga allí en el momento), rellenamos los papeles, escuchamos los consejos que nos dieron sobre el barco y la isla, y ¡Comenzamos la aventura!
Primero de todo, Mercadona nos trajo la compra al barco, pues como os hemos puesto en los consejos, es lo mejor que pudimos hacer. Una vez colocamos todo en el barco (comida y ropa), salimos desde el puerto de Mahón, música a tope, viento en la cara, alegría máxima, rumbo a nuestra primera parada: la cala Es Grau. De camino, nos hicimos la comida: una ensalada variada y pollo. Lo ideal es hacer una compra de comidas fáciles para no perder tiempo cocinando. Poco después de comer, llegamos a la cala de Es Grau, una cala ubicada al este de la isla, al sur del parque natural.
Nada más llegar cogimos la paddel surf, y a disfrutar. Yo, Ana, no soy muy de agua, y me daba bastante miedo el hecho de pensar en tirarme al agua en medio del mar. Por suerte el agua en Menorca es completamente cristalina, así que cuando llegué a Es Grau y vi que podía ver perfectamente el fondo, se me pasó la angustia y me dejé llevar. Sin duda fue genial.
“Viajar es una buena forma de aprender y superar miedos”
Luis Rojas Marcos
Después, cogimos la lancha y fuimos al pueblo de Es Grau, a ver el atardecer y recorrer el pueblo, que tiene mucho encanto con los tejados blancos, y las pasarelas de madera. Recorriendo por ellas el Parque Natural de s’Albufera des Grau. Súper chuli la albufera. La verdad que Es Grau nos gustó muchísimo. No bajamos la cámara, así que os dejamos las pocas fotos que hicimos con el móvil.
Nosotros cenamos en el restaurante Tamarindos. Reservamos previamente por teléfono semanas antes. Os dejamos aquí enlace con el teléfono y tipo de comida.
Pedimos calamares, mejillones y coquinas. Estaba todo muy rico, y con vistas al mar. También es verdad que no es barato. Cenamos con vino y cerveza por 24,50€. Quizá por el precio no repetiríamos, pero hemos de reconocer que el sitio es muy bonito, está genial ubicado, y la comida es fetén. Así que para una vez está genial.
DÍA 2
Nos levantamos muy cansados. Por principiantes atracamos el barco en la Cala Es Grau en una zona que justo era de corrientes, con lo que el barco estuvo balanceándose toda la noche. Era como dormir en la barca vikinga de la feria o dentro de una lavadora. No podéis imaginaros, yo pensé: “madre mía si dormir en el barco es así, abandono” jaja. Pero no, tranquilos, no volvió a ocurrirnos, y a vosotros si estáis leyéndonos no os pasará. Para ello lo que debéis hacer es atracar en puertos o fondear en lugares protegidos donde no haya corriente, eso sí teniendo muy controladas las rocas, de forma que si el barco se mueve no pueda dar contra ellas. Es decir, sí que podéis fondear en cala Es grau, pero no en la zona de corriente, sino mirando bien donde lo dejáis de forma que el barco no se balance.
Una vez levantados, y recuperados un poco del mareo general que teníamos, nos fuimos rumbo a Cala Pudent. No había apenas gente. Vamos que estaba cero masificada, así que pudimos acercarnos en la lancha a la arena y descansar y disfrutar de la paz de esta cala. El agua de la cala es completamente cristalina y muy limpia. Se veían un montón de pececitos. No nos hicimos fotos, ya que estábamos reventados. Os dejo un par que tengo del móvil.
Tras disfrutar de la cala, cogimos de nuevo la lancha y nos fuimos a cocinar y comer al barco, el cual habíamos dejado en un sitio sin vaivén. Después de comer cogimos de nuevo el barco, rumbo a Fornells.
Los tiempos de camino de una cala a otra son geniales. Puedes tomar el sol, leer, disfrutar de la brisa y el paisaje, bailar…. Te sientes en paz, es de verdad que genial.
Este día decidimos ir a Fornells a atracar en puerto, y así asegurarnos de no tener vaivén. No estábamos dispuestos a arriesgarnos a soportar otra noche igual.
INFORMACIÓN ÚTIL
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Para ello lo que hay que hacer es llamar por teléfono al Port de Fornells. En temporada alta solo puede reservarse a partir de las 09.00am de ese mismo día. Así que tenéis que llamar justo a las 9:00am para aseguraros plaza. Es lo que hicimos nosotros.
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El precio de atracar en el puerto de Fornells es de 50€ por barco, es decir, nos costó 10€ cada uno.
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Una vez llegas a puerto, si dejas un depósito de 20€ te dan unas tarjetas para poder ducharte en un baño privado. Luego al día siguiente cuando te vas devuelves las tarjetas y te devuelven los 20€.
La verdad que los baños del puerto de Fornells son súper amplios y muy limpios. Nos vinieron de lujo.
Tras ducharnos y arreglarnos nos fuimos a recorrer el pueblo de Fornells. Un pueblo blanco con encanto.
Cuando bajamos del barco, algunos tuvimos el síndrome del mareo, que es como que el suelo se mueve. No es horrible, pero es incómodo al principio. Lo bueno es que es temporal, desaparece rápido. De hecho solo nos pasó este día. Tu cuerpo se tiene que adaptar a vivir en el barco, en el que estás todo el rato con un ligero vaivén, por ello es algo muy común que pase cuando pisas suelo firme.
Había muchos puestecitos por el pueblo, cosa que nos encanta, y decoran todas las calles con lucecitas, lo que genera un entorno muy cuqui.
Después de callejear por el pueblo, pasamos a Es Tap, a tomar unos vinos-cervezas. Un sitio muy chulo. Nos gustó mucho que la carta la escriben en la botella de vino.
Después fuimos a cenar a Es Cranc, restaurante que habíamos reservado previamente por internet semanas antes (sin reserva es probable que no tengáis mesa), y en el que nos habían aconsejado probar la caldereta, pues dicen que es la mejor de la isla. Os dejamos aquí su web.
A nosotros nos pareció caro en relación a calidad-precio. La caldereta cuesta 500 gramos (una ración) 69€. Así que solo pedimos una, para probarla. Además que cunde bastante, te da para tres platos llenos. Nos gustó, estaba rica, pero sin más. No nos pareció tan espectacular, aunque es nuestra opinión. También pedimos una ensalada, pastis de formatge, lenguado y gallo San Martín. El pescado estaba bueno, pero tampoco espectacular. De postre se dejaron aconsejar (ya sabéis que yo no puedo por mis alergias) y pidieron tarta de queso, ya que es el postre estrella. A ellos no les convenció mucho. Por último te invitan a un chupito bastante generoso de pomada (licor típico en Menorca). En resumen nos pareció muy caro para lo que es. Nos costó con una botella de agua, otra de vino y una infusión 44,6€ por persona.
DÍA 3
Primero de todo deciros que dormimos genial. Nada de vaivén. Pudimos descansar y quitarnos el mal sabor de boca de la primera noche. Fue una ideaza dormir en el puerto. Fue igual que dormir en casa.
Nos levantamos, desayunamos en el barco, y nos fuimos rumbo a la que dicen es la cala más bonita del norte de Menorca: Cala Pregonda. Os aseguramos que la fama se la merece. Nos gustó muchísimo. Es entre salvaje y paradisiaca. Agua turquesa y cristalina, montañas, árboles verdes, cárcavas y muchísimos peces. Eso es lo que podéis esperar si vais. Además apenas había nadie, lo que nos sorprendió para bien, ya que estábamos en agosto, que es un mes muy turístico.
Os dejamos aquí un montón de fotos de esta maravilla de cala.
“Todo poco a poco va dejando de importar,
todo menos esos paraísos en el mar,
y navegar y navegar y navegar”
Fito Páez
Nos gustó tanto que comimos aquí. Comer en el barco en medio del mar de esta cala nos produjo una sensación de ser muy afortunados. Lo guay del barco es que estás solo, aunque haya más gente, pues esta gente está en otros barcos. Tú tomas el sol, te bañas, escuchas música, haces snorkel etc. teniendo la sensación de que ese lugar está solo para ti. Además si quieres ir a la arena o roca, coges la lancha o la paddel surf y vas.
De aquí nos fuimos a Cala Algaiarens. El camino hasta llegar nos gustó muchísimo. Pues el paisaje del norte de la isla es rojizo, con muchas montañas a colores en tonos marrones y granates. Una chulada.
La Cala Algaiarens es muy salvaje, lo cual mola mucho. Tampoco había casi nadie. El norte de Menorca está mucho menos masificado, y es algo que lo hace más chulo aún.
Si tenéis posibilidad, nos han recomendado ver Cala Pilar, también en el norte de la isla. Dicen que es preciosa. Nosotros no pudimos verla ya que no había hueco para fondear.
Este día dormimos fondeando en Cala Algaiarens. Nos aseguramos de que no habría corriente ni vaivén, y dormimos fenomenal.
Hasta que llegó la noche estuvimos disfrutando de la cala, bañándonos, y después viendo el atardecer.
Fue uno de los momentos más guays. Un atardecer de película en medio del mar, solos en un barco, escuchando la brisa y las olas. Después cenando con ese atardecer ya terminando, y por último jugando a juegos de mesa, con copas incluidas, bajo la luz de las estrellas y el oleaje de fondo. ¿NO OS PARECE MÁGICO? Además el barco incluye como una lamparita de noche en la mesa, lo que crea un clima genial, de belleza y relax.
DÍA 4
Este día daba previsión de tormenta. De hecho nos enseñaron después fotos de otras partes de la isla y flipamos. Fue una súper tormenta. Por suerte nosotros al ver el tiempo, decidimos que hoy dormiríamos en puerto y en un lugar en el que no diera mal tiempo. Por ello nos levantamos y nos fuimos hasta Ciudadela. Por el camino llovía, pero no mucho. Estuvimos jugando a juegos de mesa, que ya os hemos dicho en él apartado consejos vienen de lujo para este tipo de viaje.
Ellos también aprovecharon para bañarse bajo la lluvia. Yo ya sabéis que el agua no es lo mío, y con viento y lluvia menos, pero disfruté viéndoles.
Información útil
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Nosotros fuimos a atracar a Ciudadela porque daba tormenta y no íbamos a jugárnosla. Queríamos estar lo más seguros posibles. Pero si podéis evitarlo mejor, ya que cuesta 120€ por barco (pagamos 24€ cada uno), con wifi y baños incluidos (los baños no son tan guays como los del puerto de Fornells).
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Es el tercer puerto más caro de todas las Islas Baleares.
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Es difícil atracar el barco allí, porque está lleno, con lo que hay que esperar mucho rato.
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Si estáis en la misma situación de tormenta entonces sí que os recomendamos atraquéis aquí. Estuvimos fenomenal. Está en pleno centro de Ciudadela, genial ubicado, y dormimos estupendamente sin ningún vaivén.
Una vez llegamos a Ciudadela, nos arreglamos y nos fuimos a callejear por ella, pues por suerte aquí no llovía ni hacía temporal.
Ciudadela es el segundo núcleo urbano más grande de Menorca, y es famosa por su casco histórico y sus calles medievales. Tiene un encanto increíble. Si vais lo entenderéis. Es muy bonito callejear por Ciudadela e ir descubriendo la catedral (el acceso al interior es gratuito), el ayuntamiento, los palacios, el convento de San Agustín, los miradores… y muchos rincones chulos paseando por el casco histórico, lleno de calles estrechas con casitas antiguas de colores. Nos gustó mucho la plaza del Mercado, con un montón de puestos de comida y muchísimo ambiente. Y también obligado pasear por el puerto.
Os dejamos aquí algunas fotos de este bonito pueblo:
Por último, imprescindible pasear por Ciudadela de noche. Hay muchísimo ambiente, tiendas chulísimas abiertas, puestos por las calles principales al puerto, y numerosos bares y restaurantes.
Así, os aconsejamos, que aunque es pequeñita y se recorre rápido, vayáis con tiempo. Lo ideal sería comenzar a recorrerla sobre las siete y media. Verla, entrar a sus maravillosas tiendas y puestos, y después pasear de nuevo de noche por todo y cenar allí. A nosotros nos habían recomendado cenar en Café Balear. Nos han hablado genial, y de hecho teníamos reserva. Nos han dicho que no es barato, pero que merece la pena pagarlo. Que se come fenomenal. Sin embargo, dos de nuestros amigos estaban malos, así que decidimos cenar en el barco. Os dejamos aquí la web del restaurante
DÍA 5
Nos fuimos de Ciudadela temprano, rumbo a las famosas calas del sur.
La primera parada fue Cala Turqueta, una de las que más habíamos oído hablar, y que más ganas teníamos de conocer. Sin embargo, no fue de las que más nos gustó. Es bonita, el agua es muy chula, y había muchísimas cabras por las rocas y nos hizo ilusión verlas, pero nos gustaron mucho más otras calas, como cala Escorxada, cala Mitjana y cala Biniparratx.
Además estaba completamente masificada en comparación con las demás, y por tanto, pierde encanto.
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“No juzgue nada por su aspecto , sino por la evidencia”
Charles Dickens
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Después de ver la cala, cogimos de nuevo la lancha y nos fuimos al barco. Nos encantó poder disfrutar del agua en la zona del barco, sin nadie. Mucho mejor que en la orilla.
Después nos fuimos a Macarelleta. Fondeamos y comimos aquí en el barco. Luego cogimos la lancha y fuimos a descubrir Macarelleta y Macarella, que están una al lado de la otra, y son dos calas de muchísima fama también. La verdad que merecen la fama, aunque es más bonita Macarelleta que Macarella, pero está también mucho más masificada. Lo malo de las calas tan chulas y accesibles es que todos queremos verlas jeje. Pero bueno aún con masificación es obligado acercarse a descubrirlas.
Os dejamos aquí un rincón de Macarella que nos encantó:
Después pensábamos ir a cala Galdiana, sin embargo la vimos de lejos y pasamos de largo. Nos pareció un sitio mega turístico, con un pedazo de hotel Meliá en medio que rompía toda la belleza natural. Decidimos que no era nuestro estilo y continuamos hasta Cala Trebaluguer. Una cala maravillosa sin apenas nadie, bonita salvaje y sin nada de posidonia. Perfecta para fondear y hacer noche en ella. Eso fue lo que hicimos. Además disfrutamos de uno de los atardeceres más bonitos del viaje.
“El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar”
Theophrastus
Después cenamos bajo las estrellas. Ya os hemos dicho que una de las cosas que más nos gustó de este viaje fue poder comer y cenar en el barco, especialmente cenar. Escuchar el sonido del mar viendo las estrellas mientras cenas en medio de una cala salvaje es brutal e inolvidable.
DÍA 6
Nos levantamos y pusimos rumbo a Cala Mitjana. Una cala maravillosa, de verdad que espectacular. Además no había mucha gente. Lo único, hay muchísima posidonia. Por ello, os aconsejamos ir muy pronto, para aseguraros poder fondear, ya que hay muy poco espacio sin posidonia.
Esta cala nos gustó tanto que estuvimos unas cuantas horas, haciendo snorkel, y paddel surf cerca del barco, y yendo en lancha a la orilla, descubriendo la cala y subiendo a los miradores de arriba de las rocas.
El agua en esta cala es súper cristalina
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“La vida o es una aventura, o no es nada”
Helen keller
Después nos fuimos hasta Cala Escorxada. Una cala donde el agua es tan turquesa que parece que está hecha a ordenador. Un agua verdaderamente impresionante, especialmente donde fondeamos. Además no hay absolutamente nada de cobertura, lo que es ideal para desconectar.
Información. útil
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Si no viajáis en barco seguramente no podréis ver al agua de la misma manera que nosotros. Lo guay del barco es que el agua en la que estás es mucho más impresionante que la que hay justo al lado de la arena. Y no solo nos referimos con esta cala, sino con todas.
Comimos aquí, en el barco, una rica quinoa, escuchando nuestra música, y en frente de un paisaje de una belleza brutal.
¿Sin cobertura?
Estás en el lugar perfecto
Después nos fuimos a Cova D’En Xoroi. Fondeamos, nos pusimos guapos, y nos fuimos pitando a ver el atardecer en estas famosas cuevas.
Para salir del barco, lo hicimos con mucho cuidado, metiéndonos en la lancha y sin tocar el agua. Aquí no se os ocurra bañaros. Hay muchísimas medusas. Además como el agua es tan cristalina se ven perfectamente.
Una vez llegamos a la orilla subimos hasta las cuevas. Cuando llegamos había una cola tremenda. Hicimos más de una hora de cola, con lo que pasamos cuando ya el atardecer estaba terminando. Más bien ya se estaba haciendo de noche. Nos dio mucha pena no haber entrado a tiempo. Así que os recomendamos claramente que vayáis con mucho tiempo, para que no os pase como a nosotros.
De todas formas, vayáis a la hora que vayáis estamos seguros de que os gustará. Es una maravilla, y desde luego un imprescindible de visitar si estáis en Menorca. Además hay un ambiente increíble, conciertos… Desde luego un planazo.
Os dejamos aquí algunas fotos del poquito atardecer que pudimos ver:
Y os dejamos aquí también la web con los precios y horarios.
El precio varía según el momento del día en el que lo visites, siendo el más caro el atardecer (12,50€). Nosotros al ser entrada ya nocturna pagamos 8.50€. La entrada incluye solo un refresco. Si deseas copa tienes que pagarla. Como veis no es un plan barato, pero os podemos asegurar que no os arrepentiréis. Tenéis que tomaros algo, disfrutar de estas maravillosas cuevas, y pegaros una buena fiesta en ellas.
DÍA 6
Este día nos levantamos y pusimos rumbo a Cala Biniparratx. Un amigo de Pablo nos había dicho que en esta cala se encuentra el agua más bonita de toda Menorca. Y damos fe de que si recorréis Menorca en barco, pensaréis que efectivamente, es el agua más impresionante de toda la isla. Y digo si vais en barco, porque el agua de al lado de la arena, no es tan maravillosa como la de cuando fondeas el barco. No tiene nada que ver. Donde fondeas es impresionante, no parece real. Se ven muchísimos peces, es una claridad absoluta y un color turquesa fascinante.
Aquí lo que hicimos fue hacer snorkel, paddle surf, disfrutar de la belleza del agua, y coger la lancha e ir hasta la arena, para poder ver la cala desde la orilla.
“Viajar es más que ver lo que hay que ver; es iniciar un cambio en nuestras ideas sobre lo que es vivir, que continúa en nosotros de manera profunda y permanente”
Miriam Beard
Visitar esta cala es imprescindible si viajáis a Menorca.
Después nos fuimos a Binibeca Beach. Aquí fondeamos y comimos en el barco. Tras comer, cogimos la lancha y nos acercamos en ella a tierra, a conocer Binivequer Bell.
Una vez lleguéis a puerto de Binibeca debéis seguir las indicaciones de Binivequer Bell, que es un pueblo de pescadores con un encanto espectacular. De hecho es el pueblo más bonito de todo Menorca.
En este pueblo lo que hay que hacer es recorrerlo a pie y descubrir cada rincón. También cuenta con muchas tiendecitas y puestos. De verdad que es una chulada de pueblo. Os dejamos aquí algunas fotos:
“Ve el mundo, es más fantástico que cualquier sueño”
Ray Bradbury
Nosotros sobre las siete nos fuimos ya para Mahón, a dormir en puerto. Pero si podéis encajar Binivequer Bell, con verlo de noche, os lo recomendamos, ya que nos ha dicho mucha gente que por la noche es aún más mágico y que hay un súper ambientazo.
Esta noche era la última del viaje en barco, por ello dormimos en el puerto de Mahón, desde donde nos dieron el barco, y por tanto dormir en este puerto nos salía gratis, y además es donde lo teníamos que entregar al día siguiente.
Antes de llegar a puerto pasamos a echar gasoil (diesel) a la gasolinera del puerto de Mahón. Nos costó repostar el barco 68€, es decir 13,6€ persona. O sea, fenomenal.
Por cierto, en la isla no hay muchas gasolineras. Que sepamos hay también en Fornells y en Ciudadela.
Cenamos por última vez en el barco, brindamos despidiendo este gran viaje y pusimos fin a una semana increíble repleta de grandes recuerdos y experiencias que llevaremos con nosotros siempre.
DÍA 7
Madrugamos mucho puesto que el barco lo tienes que dejar ya vacío a las 08:00 am.
Entregamos el barco a Veleros Menorca, chequearon que todo estuviera en orden y nos devolvieron la fianza.
Este día lo queríamos dedicar a ver Mahón, así que alquilamos un coche. En Veleros Menorca nos ayudaron a buscar el coche por su ordenador, y una vez contratado, son tan majos, que nos llevaron en su coche personal al aeropuerto (lugar de recogida del coche) para que no tuviéramos que pagar un taxi. Así que no podemos deciros nada malo de esta empresa, sino todo lo contrario. Dese luego que si estáis pensando en alquilar un barco en Menorca no dudéis en hacerlo con ellos
Cuando cogimos el coche tuvimos que hacer bastante cola hasta que nos lo dieron, así que si alquiláis uno, ir con calma.
Nosotros cogimos un Ford Fiesta con la empresa Rhodium, cogiéndolo el 31 de agosto y devolviéndolo el uno de septiembre, por un precio de 65,75€. Como ya a esta altura del viaje éramos cuatro (un amigo se fue el 31) nos salió a 16,43€ persona.
Tras coger el coche nos fuimos al puerto de Mahón, aparcamos y desde aquí nos lo recorrimos. Vimos la fortaleza de Isabel II, el castillo de San Felipe, y recorrimos el casco histórico paseando por el ayuntamiento, el Museo de Menorca (nosotros lo vimos solo por fuera), el Palacio del gobierno, la Iglesia de Santa María, la Iglesia del Carmen, la Iglesia de la Concepción, la Plaza de España, la Plaza del Príncipe y el Teatro principal.
En una hora y media más o menos recorrimos todo. Ya era la hora de comer, así que decidimos pasar al Mercat des Peix. Un mercado súper chulo, con muchísimos puestos con pinchos, gran ambiente y todo muy rico, aunque no es barato. Nos recordó mucho al mercado de San Miguel en Madrid. La verdad que es ideal para tapear y tomarse unos vinos y cervezas.
Tras comer dimos por finalizada nuestra visita a Mahón. Tenemos que deciros que es más decadente que Ciudadela y Benivequer Bell, y que de los tres, Mahón fue el pueblo que menos nos gustó, aunque si estáis en Menorca creemos que deberíais verlo. En una hora y media lo recorréis.
Después de comer lo suyo es que vuestro viaje a Menorca finalice, ya que si habéis seguido nuestros consejos vuestro vuelo de ida y vuelta coincidirá con la recogida y entrega del barco.
Nosotros como no hicimos esto, ya que no sabíamos en el momento de coger los vuelos, que los barcos se entregaban de sábado a sábado, lo que hicimos fue pasar una noche en Fornells en un apartamento. El apartamento Hotel Tramontana Park, en Fornells. Lo cogimos con Booking, y la verdad que está genial. Lo aconsejamos para quien quiera hacer noche en Fornells. La calidad precio es súper buena, sobre todo teniendo en cuenta que dormir en Menorca es caro, y que encima tiene terraza propia, piscina común, y se ve el mar desde los apartamentos. Pillamos dos apartamentos para los cuatro. Nos costó 49,6€ persona la noche, aunque hemos de decir que lo cogimos con muchos meses de antelación.
A 800 metros del hotel hay una calita muy chula, aunque no es el color turquesa de las calas de días anteriores, pero es agua cristalina también.
Tras disfrutar de la cala, nos fuimos en coche hasta el pueblo de Es Mercadel. Este pueblo no tiene gran cosa, pero para ir y tomar algo, si cuadra, está bien. Si vais antes además podéis ver el mercado artesanal que es lo más bonito. Nosotros al ir por la tarde-noche ya estaba cerrado.
Lo que sí que os aconsejamos si venís aquí es que cenéis en el restaurante Ca N’Olga, que fue el motivo por el que fuimos a este pueblo. Es brutal. La comida es impresionante y el sitio es precioso y muy romántico. Si vais estamos seguros de que comeréis fenomenal y os encantará. A nosotros nos lo recomendaron, y fue un gran acierto.
De aperitivo nos pusieron un chupito de mousse y un vermut casero.
De entrante pedimos la burrata, cambiando algunos ingredientes debido a mis alergias. Estaba espectacular, y el hecho de que te permitan cambiar ingredientes, demuestra que es un sitio de calidad.
De entrante también pidieron el risotto negro con pulpo, que dicen que era maravilloso.
De platos pedimos steak tartar (estaba rico pero estaban mucho más buenos el resto de platos), cabrito de la casa (estaba increíble. Es una receta que llevan haciéndola desde 1933, imprescindible que la probéis si venís aquí), y dos platos de solomillos con setas y trufas de Italia ( impresionante).
Estábamos muy llenos. De postre únicamente pedimos chupitos, a los cuales nos invitaron.
Nos costó comer, con una botella de vino, dos botellas de agua y pan, 37,5€. Teniendo en cuenta la calidad del sitio y comida no nos pareció caro. Repetiríamos sin dudarlo
DÍA 8
Este día nos levantamos, hicimos el check out, y nos fuimos en coche a Cala Tirant, ubicada a diez minutos de los apartamentos. El agua de esta cala es turquesa y muy cristalina, nos sorprendió para bien. Nos dimos unos baños y disfrutamos de nuestros últimos momentos en la isla.
Después fuimos al apartamento, donde nos dejaron ducharnos en unos baños estupendos, así que genial. Cogimos las maletas, y ya nos fuimos al aeropuerto a coger nuestro avión rumbo Madrid, terminando así nuestro gran viaje.
Esperamos que os haya gustado, y sobre todo que os sirva por si os decidís a vivir esta increíble aventura. Os animaos al cien por cien a que la viváis. Al menos una vez en la vida tenéis que vivir la experiencia de recorrer una isla en barco, ¿y qué mejor que en el paraíso de Menorca?
“No puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas”
Marysol Beltrán A.